Es una sencilla construcción de mampostería y sillar realizada en las primeras décadas del siglo XVIII.

Presenta cabecera recta y nave única con capillas entre contrafuertes comunicadas entre sí, a modo de naves laterales; a ambos lados de la cabecera se dispusieron sendas sacristías, configurándose así un volumen de planta estrictamente rectangular.

Todos los espacios se cubren con bóvedas de cañón con lunetos que en la nave se ciñen con perpiaños apeados en pilastras adosadas a robustos soportes entre los que abren, bajo arco de medio punto, las capillas laterales, cuatro en el lado izquierdo y dos en el derecho. Sobre las embocaduras de las capillas se desarrolla un entablamento decorado con estucos de motivos alusivos a la Crucifixión y al santo titular del templo, enmarcados por motivos vegetales; la decoración se completa con florones de estuco dispuestos en los intradoses de los arcos y en las claves de las bóvedas, destacando el escudo del obispo D. Lamberto Manuel López, marqués de Risco, dispuesto en la clave del arco de acceso al presbiterio.

En el exterior presenta una sencilla volumetría y una sobria composición en la que cabe destacar el alero de ladrillo aplantillado curvo.

La portada, abierta en el muro derecho, se aloja bajo arco de medio punto con impostas resaltadas.

A los pies del templo, junto a la portada, se sitúa la torre, de mampostería con zócalo y esquinas de sillar. Tiene planta rectangular y consta de tres cuerpos separados por sencillas impostas; el cuerpo superior presenta ángulos enmarcados por pilastras y abre vanos en arco de medio punto con roscas molduradas y flanqueados por pilastras. La torre está rematada por un chapitel hemiesférico.