El convento se compone de una iglesia de cruz latina, nave única y cabecera poligonal, y diversas dependencias conventuales organizadas en torno a un patio central rectangular, en dos plantas.
Uno de los flancos está ocupado por la iglesia y el acceso principal al reciento, los otros tres laterales, divididos en dos plantas, están ocupados por las dependencias conventuales.
Es un templo sobrio, de estilo neogótico que en el exterior abre dos niveles de vanos apuntados separados por una línea de impostas de ladrillo resaltado; unas dependencias adosadas a los pies de la nave presentan igual tratamiento al exterior, confiriendo unidad al conjunto, en el que destacan dos cuerpos poligonales elevados, a modo de torreones, en los extremos, quedando en el centro la sencilla portada de la iglesia, en arco apuntado.
Los otros tres flancos del convento están ocupados por salas de almacenamiento y servicio en la planta baja, y las celdas en la planta superior.

El convento está adscrito al estilo neogótico y concebido como obra austera y funcional.