
Para terminar con las novedades correspondientes a 2024, fruto de nuestro empeño en seguir mejorando la información ofrecida a través de nuestros catálogos web, os informamos de que hemos incorporado a nuestras bases de datos y publicado 1142 fo...
Continuamos con las novedades del otoño en el portal web de SIPCA, cuyos objetivos son solucionar lagunas en nuestros catálogos y seguir mejorando de forma permanente la información ofrecida a través del portal.Y en esta ocasión hemos incorporado a n...
Se encuentra junto al molino, con el cual comparte la corriente de la acequia desviada por el azud del Ebro. La noria del monasterio de Rueda presenta una estructura similar a las restantes norias de la comarca, aunque con algún elemento arquitectónico que la distingue de ellas y que puede quizá manifestar una mayor antigüedad.
La caja de la noria consta de dos bloques alargados (14-15 m de largo x 2 m de ancho x 6-7 m de altura de estructura visible), dispuestos de forma paralela por el lado largo, a una distancia entre 1,20 y 1,60 m. En el centro de estos bloques apoyaba el eje de la rueda, girando entre ellos al ser fuertemente impulsadas las palas por el chorro de agua que penetra por el estrecho espacio entre ambos, llamado canalizo en la zona. En los extremos de cada bloque se elevan dos machones o pilas, de grosor descendiente conforme se elevan en altura (6 a 7 m), sobre los que apoya un canal al que arrojan el agua los canjilones. El vertido del agua comienza cuando la noria alcanza en su giro el punto más alto y durante su descenso. Es recogida por dos canales de madera que van desde las pilas traseras a las delanteras. Las pilas delanteras están unidas entre sí por un tramo de canal transversal, siempre de piedra, que recoge el agua de los canales de madera y la conduce, hasta el acueducto elevado de salida del agua.
Dentro de este esquema general las peculiaridades que presenta la noria de Rueda consisten en que una parte de los canalizos laterales, la que se encuentra encima de los machones, es de piedra en lugar de la madera habitual; y que el tramo transversal de canal entre los dos machones delanteros apoya sobre un arco mitrado configurado por la aproximación de tres hiladas de sillares con el extremo tallado en curva. Además, uno de los machones traseros presenta un perfil escalonado, relativamente habitual en las norias de la comarca; aunque se ha escrito en alguna ocasión que estos escalonamientos actuaban para contrarrestar los empujes, a modo de contrafuertes, esta no parece ser su finalidad (entre otros motivos porque las pilas apenas debían soportar peso y no sufrían ninguna tensión), sino que parecen más bien tener una función de escaleras para acceder a la parte alta de la noria para realizar trabajos de limpieza y mantenimiento de los canalizos.
El momento álgido de construcción de puentes en nuestra región, cuando se levantaron más y mejores obras, tuvo lugar entre los siglos XIII y XVI. Tras haber conocido en nuestro anterior podcast las circunstancias históricas que rodearon y favorecieron la eclosión de este fenómeno durante la baja Edad Media, hoy os proponemos emprender un viaje. A lo largo de antiguas rutas comerciales, cañadas trashumantes y caminos de peregrinación, recorreremos las tres provincias aragonesas, atravesaremos los puentes más interesantes y os descubriremos los más recomendables para visitar.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002