Gobierno de Aragón SIPCA Acesso a DARA

DARA - Historia Reciente - Organismos


Prisión de las Capuchinas de Barbastro


La utilización de edificios religiosos como prisiones fue habitual, dado que por su interior espaciado eran lugares ideales para improvisar cárceles. Este fue el caso del convento de las Capuchinas de Barbastro habilitado como cárcel entre 1936 y 1943, primero por los republicanos y después por los nacionales.

Al inicio de la Guerra Civil y ante la imposibilidad de albergar a todos los detenidos en los calabozos de la ciudad, se tomó la decisión de habilitar el convento de las Capuchinas como prisión.

Tras la toma de Barbastro por las tropas franquistas en 1938 la prisión se mantendrá en funcionamiento, donde se recluyeron a miles de soldados republicanos. Junto a los presos españoles convivieron cientos de prisioneros de nacionalidades diversas y que habían sido capturados por la Guardia Civil en los Pirineos, mientras trataban de huir de la Francia ocupada por Hitler. Fundamentalmente los presos eran franceses y también había un número importante de judíos holandeses, polacos, alemanes y franceses. También había soldados de Canadá, EE.UU. e Inglaterra.


Documentación de la Prisión de las Capuchinas de Barbastro